Testimoniales

Relato de una noche muy colorida.

  Hola Alex, te comparto mi experiencia de la noche del 12 de octubre.

Esa noche llegue esperando responder una pregunta que me había rondado desde hace unos meses, en cuanto realice la primer toma, imagine que conectaría con la planta, me concentre demasiado que me quede dormido jaja, recuerdo que alguien me despertó porque estaba roncando mucho y me dio algo de vergüenza pero después me dio risa porque no supe en que momento me quede dormido, después llego la segunda toma y con esa conecte, igual me concentre y al poco momento de haberla tomado sentí que desde el estómago crecía un árbol con muchos colores hasta que llego a la corona y en cuando una de sus ramas toco la punta de mi cabeza comencé a ver fractales y sentí que me fundí en el espacio, algo muy característico de mi es que disfruto mucho la música y los sonidos, creo que por eso siempre mis viajes permanecen en ambos lados adentro disfrutando mi ser y afuera para escuchar el concierto que generan las personas y los músicos.

Después de unos momentos le pregunte a la planta porque no conectaba con ella desde el principio y me respondió muy claramente, comencé a sentir que perdía mi cuerpo, empecé a sentir que se desarmaba en muchas partes para dejar que saliera mi alma, en cuando salió completa me llevo a otro sitio, y me hizo creo yo como un dios, en esa forma, yo podía sentir todo, y cuando digo todo, me refiero a todo lo que existe, fue muy abrumador porque sentía todos los espacios, todos los tiempos, todos los sonidos, colores, formas, posibilidades dentro de posibilidades, emociones dentro de emociones, y entendí porque había escogido esta forma, esta experiencia terrenal, estaba aburrido de vivirlo todo a la vez y no, entendí que como estaba aburrido no quería sentirlo todo de nuevo, por eso no conectaba de inmediato porque ya sabia que era lo que iba a pasar, decidí experimentar esta vida de manera limitada para poder así a través de ese olvido y limitación ser creativo y crear algo nuevo, diferente, y eso lo volvía más divertido, también entendí que mi pareja era mi anclaje a esta realidad.

En cuanto lo vi todo regrese y contemple a las personas acostadas, pero si me enfocaba en una podía sentir lo que ellos sentían, sentía sus miedos, sus tristezas, y cada que querían vomitar también yo lo sentía, y ese reflejo para mí se volvía un bostezo, sentía que absorbía su energía que querían vomitar y yo la vomitaba, pero como un bostezo.

Así transcurrió la mayor parte de la noche, después llego la tercera toma y yo aun me sentía muy conectado y por eso mismo la rechace, pero paso algo muy loco después, comencé a sentir que se bajaba la medicina y como estaba abrumado en momentos por sentir, escuchar e incluso experimentar muchos sabores y colores me sentí aliviado, tome agua pero ese trago de agua fue como si tomara ayahuasca, al poco momento sentí sus efectos y el árbol creciendo dentro de mí, y me descocerte porque no hice la tercer toma, pero aún no me había dado cuenta que era el agua, volví a sentir que me fundía aun mas en todo, creyendo que mitigaría ese efecto volví a tomar agua y sentí la energía aun más, y me di cuenta que lo que yo tenia en mi botella de agua, no era agua, era ayahuasca y había bebido mucha… Decidí ya no tomar agua pero los efectos y el viaje siguieron muy muy intensos, cada sonido tenia una forma un olor un color un sabor, ya era muy abstracto todo, mientras todo eso pasaba seguía disfrutando la música, yo toco el violín y podía escuchar y crear el sonido como si yo estuviese acompañando a los músicos, eso me daba mucha inspiración y creatividad, si existiera la posibilidad de un día acompañarlos estaría encantado; pero por momentos sentía que mi conciencia regresaba al todo, justo cuando levantaste la ceremonia aún seguía viendo fractales y yo veía que todos ya estaban regresando de su proceso, pensé que al momento delevantar la ceremonia desaparecerían los efectos pero no fue así, comprendí porque es muy importante el inicio y el cierre de la ceremonia, de no ser así probablemente yo seguiría en ese desprendimiento de conciencia, durante el momento en el que estaban las personas dando sus testimonios los vi sentados y pude ver el umbral, estar en ese limite entre el presente donde estaban las personas hablando, donde se tienen las limitantes y el privilegio de vivir de manera separada y ese otro lugar donde ya se sabía todo, donde estas consciente de todo.

Creo pregunte quienes eran ustedes (tu Alex y las hermosas personas que acompañan a las almas de una manera muy hermosa durante las ceremonias) y algo me contesto así, “Almas picaras que disfrutan estar en ese umbral y ayudar a los fragmentos a recordar de vez en cuando, ¡una fiesta que se cargan ¡”.

Apenas hoy 14 de octubre siento que se integró mi conciencia por completo, aunque siento que si me concentro y en las condiciones adecuadas podría volver a tomar ayahuasca en un simple vaso de agua.

También le pregunte a la planta porque mis viajes eran tan placenteros y como si me encontrara en una fiesta, feliz, bailando y disfrutando mucho la música y me respondió que, porque yo siempre era muy bueno con ella.

Me gustan mucho las plantas y desde siempre he sentido una fuerte conexión con ellas y siempre procuro cuidar muy bien las que están a mi cargo y de venerar la naturaleza.

Al final mi pregunta inicial que era ¿Como puedo ser más creativo? Porque me sentía limitado fue respondida con ser Dios y siento que la planta me dijo, ¿es en serio que me estas preguntando esto? Y me siento un poco tonto jajaja porque todo ya es como debe ser.

Sin más quiero agradecerles y enviarles un beso y un abrazo muy amoroso a cada uno.

Mi encuentro con Medianti y Ayahuasca marcó un antes y un después en mi vida.

Después de unas pocas ceremonias entendí que no se trata de una experiencia de una sola noche, sino un camino que se construye en conjunto.

Para mí cada ceremonia representa una cita conmigo misma.

La abuelita ha abierto mi corazón, me ha sanado heridas,  me ha enseñado a dar y recibir, a perdonar y perdonarme; Me ha enfrentado a la muerte y he tenido atisbos de la dicha y gozo en la eternidad.

 Ahora sé que es preciso sentir y atravesar las emociones, que son nuestra humanidad, y que de eso se trata la vida.

Medianti es un grupo que se entrega en cada ceremonia, que de la forma más generosa y amorosa comparten su energía a través de sus cantos, música maravillosa y de su contención.

Alejandro es un guía cuya presencia, sin pretensiones, se siente y  se manifiesta en momentos clave durante el proceso de cada uno de los participantes; sólido y mágico.

 Una experiencia tan especial debe vivirse en un ambiente seguro, cuidado y confiable como el que proporcionan en Medianti, sin duda los recomiendo al mil!!! PERLA.

“He participado en varias ceremonias con Medianti, y cada una de ellas ha sido particularmente preciosa, me he sentido bienvenida, escuchada, cuidada y muy amada.

Cada uno de los que estan al servicio en ceremonia cumplen un rol particular y lo hacen con todo el servicio y amor a la medicina.

Sin quitarle el lugar tan especial de la abuela por supuesto, no quiero dejar de mencionar que en efecto en Medianti, todos son medicina.

  Mi gratitud por siempre”.

Primero que nada quiero mencionar que el staff me pareció increíble.

No tuve la oportunidad de platicar lo suficiente con todos, pero en todo momento me hicieron sentir bienvenido y en confianza.

En particular pude interactuar con Vladimir ya que el me recibió y con él platiqué un poco después de levantar la ceremonia y me pareció una persona increíble.

También Jaime que fue quién me aplicó rapé y en varios momentos de la ceremonia se acercó a atenderme.

Y claro contigo Alejandro, que igual sentí tu apoyo y tu guía antes, durante y después de la ceremonia.

Después está el tema de la ceremonia misma.

Si bien tengo mucho interés por saber más del origen de la tradición, la información que se nos proporcionó y vivir su “liturgia” fue muy interesante.

Da mucha confianza sentir ese respeto que transmitimos a la Tierra y a las plantas.

El inicio y levantamiento de la ceremonia, la música, la emociones que la música y los bailes transmiten, el altar, y todo lo demás me pareció una forma muy bonita de llevar la experiencia.

Yo suelo ser una persona extrovertida y social, pero me cuesta algo de trabajo iniciar una conversación con alguien a quién no conozco.

Al inicio me pareció extraño llegar y ver a toda la gente separada.

Me preocupaba que la sensación de la experiencia fuera estar entre extraños, lo cuál pudiera perjudicar mi viaje.

Y claro, eso es más difícil en el caso de las personas que como yo, van solas.

Al final comprendí que cada quién va por sus motivos personales, y no es un evento social, sino introspectivo.

Pude conocer a algunos de los otros participantes, algunos antes y algunos después de la ceremonia, todos me cayeron muy bien.

Y al final, durante la ceremonia no sentí para nada esta sensación de inconformidad por estar entre extraños.

Incluso puedo decir que su mera presencia aportaba mucho a mi viaje en los momentos en los que me salía de mi concentración interna.

Ahora, mi experiencia como tal es muy complicada de poner en palabras.

Escuchar los testimonios de los demás me hacía sentir un poco raro.

Primero porque todo mundo parecía haber ya aterrizado y estar sobrios, mientras que yo seguía bastante arriba.

En el momento no se me ocurrió por qué pudo ser esto, pero ahora que lo pienso quizás tuvo que ver que tomé tres dosis, y la última fue ya bastante más tarde que las primeras dos.

Tal vez por eso yo tardé un poco más en volver.

Lo otro que me hacía sentir extraño durante los testimonios es que las personas parecían tener una comprensión muy puntual de lo que sintieron, y para mi algunas cosas eran muy abstractas.

Difíciles de explicar incluso para mi mismo.

Otras si fueron obvias y claramente sentí estos patrones de mi mente desvanecerse y poder verlos como una tercera persona, evidenciando cosas de mí que sé que son más mente que espíritu, y que me gustaría trabajar o al menos se sintió bien poder ser consciente de ellas un rato.

Por otro lado hubo cosas, como menciono, que no sé que me estaban diciendo.

Hubo jaguares, encarné el rostro de mi madre, culpas, juicios que tengo en mi día a día, etcétera.

Me resultó muy difícil mantenerme en un estado meditativo, así que en cierto momento decidí dejar a la mente soltarse y observar que me tenía que mostrar.

También hubieron pensamientos cíclicos.

Volvían y volvían y llegaba una y otra vez a las mismas conclusiones.

Yo era conciente del ciclo pero no podía salir.

Mi viaje a nivel mental fue muy enredoso, pero nunca fue negativo o incómodo.

De hecho algunas de estas cosas que arrojaba mi mente que no entendía, se sentía muy bien poder observarlas.

Y físicamente fue extremadamente placentero.

Las sensaciones del tacto, la música, incluso hubo un par de distorsiones visuales.

Todo me parecía increíble y muy disfrutable.

Al final, me sentía exhausto.

A pesar de que no era tan tarde, y no suelo tener problemas con desvelarme, sentía como si hubiera corrido kilómetros.

Fue muy agotador, pero me sentía muy bien de haberlo hecho.

La verdad el domingo fue algo pesado.

Hubo momentos en que me cuestioné si fue buena idea haber ido, lo cual es raro porque durante la ceremonia todo el tiempo yo estaba seguro de que había sido una excelente idea.

Fue una especie de rebote posterior supongo.

Pero ya pasó.

De nuevo me siento bastante contento de haberlo hecho.

Es algo que quiero dejar descansar, ver como esta información va tomando sentido en los siguiente días.

Y muy posiblemente, me gustaría volverlo a intentar.

Eso sí, llevar más cobijas la próxima vez, y quizás quedarme solo con dos dosis.

Reducir un poco la intensidad pudiera ser algo que me venga bien para poder comprender mejor las cosas.

Llevo 3 ceremonias con Medianti y ha sido de lo mejor que me ha pasado.

La medicina, alejandro, el staff y los musicos son magía pura que te acompañan y te sostienen todo el viaje Gracias por llevarnos a un viaje a la conciencia de la manera mas amorosa y mágica posible   Paulina B.